EL BIEN COMÚN
A. Algunas
definiciones de los Papas.
El bien común temporal es el fin específico del Estado. El
bien común de orden temporal consiste en una paz y seguridad de las cuales las
familias y cada uno de los individuos pueden disfrutar en el ejercicio de sus derechos,
y al mismo tiempo en la mayor abundancia de bienes espirituales y materiales
que sea posible en esta vida mortal mediante la concorde colaboración los activa
de todos los ciudadanos. (Pío XI: "Divinis illius magistri")
Toda actividad del Estado, política y económica, está
sometida a la realización permanente del bien común; es decir de aquellas
condiciones externas que son necesarias al conjunto de los ciudadanos para el
desarrollo de sus cualidades y de sus oficios, de su vida material, intelectual
y religiosa. (Pío XII: Radio mensaje Navidad 1942)
Un sano concepto del bien común abarca todo un conjunto de
condiciones sociales que permitan a los ciudadanos el desarrollo expedito y
pleno de su propia perfección. (Juan XXIII: "Mater et Magistra")
En la época actual se considera que el bien común consiste
principalmente en la defensa de los deberes y derechos de la persona humana. (Juan
XXIII: " Pacem in terris")
El bien común abarca el conjunto de aquellas condiciones de
la vida social, con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones
pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección. (Concilio
Vaticano II: "Gaudium et spes")
1. Fines del Bien
Común
El bien común se concreta en tres fines:
a) El respeto a la persona en cuanto a tal.
b) El bien común exige el bienestar social y el desarrollo
del grupo mismo.
c) El bien común implica la paz, la estabilidad y la
seguridad de un orden justo.
2. Interpretaciones
contradictorias.
Según las ideologías el bien común tiene interpretaciones diferentes.
Los sistemas políticos colectivistas consideran el bien
común como la suma de los valores sociales para el servicio de la comunidad. El
individuo queda supeditado al fin de la sociedad, se identifica el bien común
con el bien social.
La ideología liberal profesa rectamente la prioridad del
individuo sobre la sociedad y el Estado, pero descuida la atención a las
condiciones sociales. Contra el liberalismo es preciso afirmar que el bien
común tiene carácter supraindividual, es un bien social en sí mismo.
El bien común se asienta en la naturaleza humana; su centro
es el hombre y no es ajeno a los planes de Dios.
B. Características
del Bien Común.
El concepto teológico del bien común consiste en promover la
vida virtuosa de la multitud. Algunos aspectos que caracterizan al bien común
son:
1. El bien común es
un bien y no un mal.
No pueden considerarse como elementos principales del bien
común algunas determinaciones negativas de la vida social.
Por ejemplo frenar los vicios de la vida social mediante una
actividad legislativa, sin procurar los medios necesarios para evitar que se
produzcan. El bien no es la restricción del mal.
2. El bien común no
es la suma de los bienes particulares.
Es el error de los socialismos históricos. No se trata de
hacer el bien común eliminando los bienes individuales para alcanzar una suma
acumulativa que luego se reparta entre todos los ciudadanos.
La concepción colectivista del bien común es injusta, dado
que tal igualitarismo es contrario a la justicia que demanda que se da cada uno
lo que le pertenece.
"El bien común es el fin de las personas singulares que
existen en la comunidad, como el fin del todo es el fin de las partes. Sin
embargo el bien de una persona singular no es el fin de otra." (Sto.
Tomás)
3. El bien común no
es lo que resta en el reparto general.
Error del liberalismo económico. El bien común es el bien de
toda la sociedad: el conjunto social se orienta a un bien general, que ha de
ser compartido por todos y cada uno de los individuos. La sociedad humana es
una sociedad de personas.
El bien común, es pues el bien del todo, al cual contribuye
cada uno de los individuos y en consecuencia de él participan todos. Se
requiere que la participación en el bien común sea justa. El dinamismo del bien
común de un pueblo viene regido por la Cooperación común y el Reparto
proporcional.
En resumen, cualquier Estado debe crear las condiciones
sociales, económicas, culturales, políticas y religiosas que permitan a todos y
a cada uno de los ciudadanos alcanzar la perfección que les corresponde en su
calidad de personas y en el caso de los creyentes les permita vivir como
verdaderos cristianos.
C. Principios morales
del Bien Común
Se enumeran los ocho principios éticos que lo regulan.
1. Bien particular y
bien común no se contraponen.
No puede haber contraposición entre el bien particular y el
bien común. Este es un principio básico de la antropología que explica el ser
del hombre en la singularidad del individuo y en la dimensión social de la
persona.
El conflicto se presenta en la vida práctica cuando se trata
de armonizar la esfera privada y la esfera pública o en los casos en los que
entran en colisión los derechos personales con las exigencias de la sociedad.
Cuando se presentan esos dos conflictos la solución no viene
por la simplificación de anular una dimensión del hombre, sino por el esfuerzo
de salvar las dos. Como en sea Juan Pablo II: "La persona se ordena al
bien común porque la sociedad a su vez está ordenada a la persona y a su bien,
estando ambas subordinadas al bien supremo, que es Dios." Discurso
Contraponer bien particular a bien público es optar por una antropología
insuficiente y es poner los cimientos de un desorden social.
Esta afirmación no va en contra de la disputa acerca de la
primacía del bien común, puesto que es una discusión en el terreno teórico. Aún
en esos casos no debe haber contraposición, puesto que incluso el bien común
debe respetar la ley natural que rige la conducta singular del individuo.
2. Igualdad de los
particulares ante el bien común.
Los ciudadanos situados en el mismo plano, no pueden ser
privilegiados frente a otros, ante el bien común y en la misma escala de
valores. Se condenan favoritismos y se defiende la igualdad de oportunidades y
de derechos. Este principio condena el tráfico de influencias y mantiene la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
Dice el Concilio Vaticano II: "Los partidos políticos
deben promover todo lo que crean que es necesario para el bien común; pero
nunca es lícito anteponer el propio interés al bien común."
3. Limitaciones de
los derechos de los ciudadanos ante las demandas del bien común.
No confundir el bien común con un bien colectivo, puesto que
el bien común mira por igual al individuo/a que a la colectividad, pero en
ocasiones, el bien común demanda que el bien particular, ceda ante las
exigencias de la colectividad.
Pío XI: "Quedando siempre a salvo los derechos
primarios y fundamentales, como el de la propiedad, algunas veces el bien común
impone restricciones a estos derechos" En este último caso el propietario
debe ser recompensado convenientemente.
4. Gradualidad en la
aplicación del bien común.
El bien común debe redundar en beneficio del conjunto de los
ciudadanos, pero no del mismo modo ni en el mismo grado.
Han de ser beneficiados los más débiles y los más
necesitados. Un trato por igual puede comportar una grave injusticia. Cierto
igualitarismo social puede comportar una injusticia social generaliza.
5. El bien común
abarca a todo el hombre.
El bien común no se concreta solo en los bienes económicos,
sino en la riqueza de la persona, las necesidades de la familia y en el bien de
las sociedades intermedias.
Ante el bien común se distinguen:
- Necesidades más urgentes: bienes de subsistencia física (Vivienda)
- Necesidades más importantes: educación, valores éticos o religiosos, protección de la familia.
Aunque las urgentes deben ser atendidas
pronto, no deben hacer olvidar las verdaderamente importantes. Se debe hacer
esto sin omitir aquello.
6. Valores concretos
que integran el bien común.
Cada autor cataloga estos bienes según la propia ideología,
además de que cada poca demanda nuevas concreciones conforme a las necesidades
que su suscitan.
Se citan los siguientes:
- Defensa y protección del territorio propio,
- uso de la lengua, justa regulación jurídica,
- la independencia de la justicia del poder legislativo,
- la enseñanza,
- los servicios públicos (transporte, vivienda, asistencia sanitaria, comercio, agua potable, energía eléctrica, etc.;
- garantizar la atención en la enfermedad, viudedad, vejez, desempleo;
- regulación justa en el campo laboral (deberes y derechos de empresarios y trabajadores),
- defensa de los derechos ciudadanos, la exigencia jurídica respecto al cumplimiento de los respectivos deberes,
- la defensa de la libertad personal y de las libertades sociales,
- protección de la moralidad pública,
- protección del medio ambiente, la previsión de los bienes de consumo y la regulación del intercambio comercial,
- garantías jurídicas de protección de la libertad de la conciencia, de religión y de culto,
- la armonía y conjunción entre las diversas clases sociales y profesionales,
- la vigilancia sobre el recto funcionamiento de los poderes del Estado, etc, etc.
- Por último una función genérica que no es la menos es la educación cívica a todos los niveles:
- cultura, preparación técnico laboral de los trabajadores,
- atención al arte,
- oferta para el ocio y descanso, etc.
7. El bien común debe
respetar la ley natural.
El bien común permite el mal menor, es decir algunos de los
bienes anteriores pueden ser postergados en favor de un bien mayor. El límite
lo ponen los derechos exigidos por la ley natural.
Nunca puede pasarse la frontera que fija la ley natural. Si
el bien común está íntimamente ligado a la naturaleza humana es lógico que en
su obtención se sigan los dictámenes de la ley que rige esa naturaleza.
La tolerancia en el gobierno de un pueblo tiene sus límites.
El gobernante en ocasiones no puede legislar lo mejor, pero
tampoco puede hacerlo permitiendo que se quebrante la ley natural.
J. Maritain dice: " El bien común... no se mantiene en
su verdadera naturaleza si no respeta aquello que es superior a él, si no está
subordinado... al orden de los bienes eternos y a los valores supra temporales
de los que depende la vida humana ... . Me refiero a la ley natural y a las
reglas de la justicia y a las exigencias del amor fraterno … a la vida del
espíritu ...a la dignidad inmaterial de la verdad ... y de la belleza"
8. El bien común y el
bien posible.
Una vez salvados los principios de la ley natural, al
gobernante le queda un margen para buscar el bien común, sin legislar lo mejor,
sino lo que sea posible. Los documentos del Magisterio recuerdan que "la
prudencia es la virtud del príncipe".
El legislador cristiano también puede encontrarse en la
obligación de buscar el bien posible al legislar como reconoce Pío XII "Un
político cristiano no puede - hoy menos que nunca - aumentar las tensiones
sociales internas, dramatizándolas, descuidando lo positivo y dejando perderse
la recta visión de lo racionalmente posible"
D. El bien común
Internacional
La internacionalización de la vida política, demanda que el
bien común sea un concepto que pase las fronteras nacionales y alarga sus
límites a la comunidad internacional. En algunos sectores se exige la
internacionalización de la política, como puede ser la energía atómica, la
droga, la venta de armas, el comercio entre distintas bloques de economía de
mercado.
Juan XXIII dice: "Deben coordinarse de una parte, los
individuos y los estados, y de otra, la comunidad mundial de todos los pueblos,
cuya constitución es una exigencia urgente al bien común universal".
El Magisterio se adelanta a hablar del bien común
internacional antes de que la geografía política se internacionalizara, puesto
que ninguna ideología integra tantos valores universales como el cristianismo, como
las grandes verdades universales de la fe. El bien común en sentido cristiano
integra el bien común internacional.
Este bien común de límites mundiales, persigue la
Solidaridad, la "nueva virtud Cristiana" según Juan Pablo II. El Papa
la define: " Es la determinación firme y perseverante de emplearse por el
bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos
verdaderamente responsables de todos. Esta determinación se funda en la firme
convicción de que lo que frena el pleno desarrollo es aquel afán de ganancia y
aquella sed de poder de la que ya se ha hablado"
La universalización de problemas es coincidente con la
universalización del género humano, tal como profesa la fe católica, por lo que
debe ser exigencia de la Moral Política la ocupación por todos los problemas
como recomienda el Catecismo de la Iglesia Católica Nº. 1911.
La cosmovisión de la fe cristiana, nacida del concepto
universal de creación, de la condición pecadora de los hombres desde el origen,
la salvación universal, as¡ como el destino último de la humanidad entera,
ofrece los elementos válidos para asentar y defender una política planetaria.
Ninguna orientación cultural ni religiosa profesa tantos elementos
universalizadores como el cristianismo. De aquí que el mismo origen y la misma
esperanza escatológica constituyan los supuestos que demandan la
universalización del bien común de la humanidad entera.
LA DEMOCRACIA
La palabra democracia proviene de la palabra
griega δημοκρατία y que su significado traducido como “poder o gobierno
del pueblo”. Por la formación de la palabra a partir de demos
(δημος) que se puede traducir como pueblo y krátos (Κράτος) que
puede traducirse como poder o gobierno.
Según la
R.A.E la definición de este término es; la docctrina política
favorable a la intervención del pueblo en el gobierno y el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado .
En la democracia todo gira en cuanto a la
voluntad de la gente y su colaboración participativa de una manera directa
o indirecta (representativa), con el objetivo de legitimar o elegir a sus
representantes políticos.
Los modelos democráticos son la monarquía
y la república.
Las monarquías, por ejemplo las europeas en origen absolutistas evolucionaron a
monarquías parlamentarias, la decisión no es del rey o la reina, es el pueblo a
través de sus representantes políticos. En cuanto a la república el presidente
es elegido por el pueblo y representa el poder ejecutivo, dentro de este tipo
de modelo pueden ser centralizado, federal o autonómico. Resaltar la revolución
francesa como un hecho que provocó la caída de
absolutismo monárquico y su evolución a una monarquía parlamentaria y
la república,
Sin embargo la democracia no depende solo del
modelo utilizado si no de que los países incluyan al pueblo en sus decisiones,
ya que existen monarquías y repúblicas de algunos países que poco o nada tienen
que ver con la democracia. La evolución de la sociedad va encaminada a la
colaboración cada vez más importante de las personas en las decisiones de los
países.
La Organización da las Naciones Unidas (ONU) y
a través del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966)
establece la base jurídica de los principios de la democracia , como son los
siguientes;
- La libertad de expresión (Artículo 19);
- la libertad de reunión pacífica (Artículo 21);
- El derecho a la libertad de asociación con otras personas (Artículo 22);
- El derecho y la oportunidad de tomar parte en la conducción de los asuntos públicos, directamente, o por conducto de representantes libremente elegidos (Artículo 25);
- El derecho al voto y a ser elegido en elecciones periódicas genuinas que se realizarán mediante el sufragio universal e igual y tendrán lugar por voto secreto, garantizando la libre expresión de la voluntad de los electores. (Artículo 25).
EL 85% (167) de los países miembros lo han
ratificado hasta julio de 2012, y 187 estados a través de La Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer deben
garantizar a las mujeres las mismas condiciones que a los hombres en cuanto al
derecho al voto, a ser elegidas, y participación en la vida pública y toma de
decisiones.
A su vez hay puntos comunes a la mayoría de las
democracias como son:
·
La constitución como un
acuerdo aceptado por el pueblo.
·
El sufragio universal del
pueblo (derecho a voto).
·
Separación de poderes
controlando el poder al mismo poder.
·
Respecto a las libertades
individuales, respetando a las minorías.
·
Sistema de partidos que
representan diferentes tendencias de una sociedad.
El origen de la democracia según corrientes de
pensadores la sitúan en la antigua Grecia (Atenas VI y V A.C) como un ejemplo
de sistema democrático, sin embargo otros pensadores no están de acuerdo ya que
solo una pequeña minoría podía participar quedando fuera las mujeres y los
esclavos.
En cuanto a la historia de la democracia algunos
pensadores consideran a la ateniense como el primer ejemplo de un sistema
democrático. Otros pensadores han criticado esta conclusión, argumentando por
un lado que tanto en la organización tribal como en antiguas civilizaciones en
todo el mundo existen ejemplos de sistemas políticos democráticos, y por otro
lado que solo una pequeña minoría de la población tenía derecho a participar de
la llamada democracia ateniense, quedando automáticamente excluidos los
esclavos y las mujeres.
Un personaje a destacar en esta época por sus
escritos sobre la democracia es el biógrafo, historiador y ensayista
griego Plutarco indicaba que los geomoros y
demiurgos eran junto a los eupátridas las tres clases en las que Teseo dividió
a la población libre del Ática. A su vez los eupátridas eran los nobles,
los demiurgos eran los artesanos y los geomoros eran los campesinos. Estos dos
últimos grupos, “en creciente oposición a la nobleza, formaron el demos”. Junto
con el político y orador ateniense Pericles, Atenas
tuvo un ciclo de esplendor combinado con arte, cultura y filosofía que iban
surgiendo en una sociedad políticamente en democracia (asamblearia y directa)
según algunos historiadores.
LA POLÍTICA
SIGNIFICADO Y FUNCIONES DE LA POLÍTICA
Política viene del griego politiké que significa "arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. Asuntos que interesan a los Estados.
Desde la existencia del ser humano, éste ha tenido que socializar, siendo la interacción con el resto de los hombres uno de los más importantes elementos para su supervivencia. La política no es solo el gobierno de los Estados, es, precisamente, el juego de dominación y poder que ha signado al hombre desde el comienzo de su existencia como ser sociable.
"La dominación de unos por otros y la legitimación de ese dominio es inherente a toda forma de política humana" El hombre tiene política gracias a él mismo, la política es una condición innata que le permite una organización y una jerarquización de la sociedad, sin importar el grado de desarrollo de la misma.
Otra definición pertinente de política es suministrada por Cornelius Castoriadis quien dice que la política es una actividad colectiva cuyo objeto es la institución de la sociedad como tal; así la dominación de unos por otros y la legitimación de ese dominio es propia a toda forma de política humana porque es un hecho aceptado por todos los hombres.
La función principal de la política en las sociedades es la organización de unos por otros; hay que tener en cuenta que esta organización concentra el poder en unos pocos, lo cual genera un dominio y un cierto orden que se define como una política de dominación válida para toda la sociedad.
ORIGEN DE LA POLÍTICA EN EL
MUNDO
El
hombre es un ser social; por sus características y necesidades, es
indispensable para él vivir con otras personas. Desde hace miles de años,
cuando las cavernas eran el refugio del hombre, éste vivía en compañía de
otros. La primera sociedad que existió fue la familia, que no necesariamente
tenía una conformación típica de un padre, una madre y unos hijos; sin embargo,
en ese momento se convirtió en el núcleo de la sociedad, siendo este el punto
en el que aparece la necesidad de encargar a una persona de dirigir y organizar
a las otras; es decir, la necesidad de un gobierno.
Con
el paso del tiempo, las familias se agruparon para ayudarse mutuamente en la
recolección de alimentos y en la defensa de otras familias; a esto se le llamó
tribu, en la cual era necesario escoger a alguien que se hiciese cargo del
gobierno (esta persona habitualmente era escogida entre los más sabios, los más
viejos o los más fuertes). Estas tribus, con el paso del tiempo, fueron
creciendo en población, de modo que algunas se unieron con otras para gobernar
tribus más pequeñas y débiles; de este modo, el gobernar a toda la sociedad se
hizo cada vez más difícil, ya que, a la muerte del gobernante, se
desencadenaban guerras para definir al sucesor. Debido a lo anterior es que
comienzan a aparecer las dinastías y los linajes, con los cuales el jefe del
clan, antes de morir, podía designar a quien había de reemplazarlo en el mando
(en la mayoría de las ocasiones el elegido era el primogénito del gobernante).
Hace
unos 9.000 años se crearon las primeras ciudades, por lo cual las dinastías se
convirtieron en monarquías en las que el poder lo ejercía un rey o monarca y el
pueblo era considerado súbdito y con obligación de pagar tributos al rey. Estas
sociedades eran llamadas Estados, los cuales, al expandir su poderío a otras
regiones, se convirtieron en imperios.
En
Grecia, la política tuvo una gran transformación, pues fue allí donde nació la
democracia, lo que implicaba que el gobierno no era ejercido por un rey o jefe
sino por un consejo que era elegido entre los ciudadanos. Siglos después, los
romanos invadieron Grecia, y a pesar de que trataron de establecer la
democracia como forma de gobierno, ésta terminó degenerando en dictaduras.
Después
de la caída de los imperios Romano y Griego, la democracia fue olvidada, y las
personas con poder político y militar conformaron una nueva clase: la nobleza.
Estas personas eran dueñas de grandes territorios en los cuales el resto de la
población era sierva y se encargaba exclusivamente de trabajar la tierra. Este
periodo duro casi 1.000 años, años durante los cuales la política estuvo casi
muerta, hasta que en los siglos XV, XVI y XVII nace una nueva clase: la
burguesía, la cual no estaba de acuerdo con el poderío de la nobleza y
reclamaba un derecho de oportunidades para todos los hombres. Esta
inconformidad dio lugar a la Revolución Francesa, la cual impuso de nuevo la
democracia en el mundo Occidental.
FUENTE: recuperado el 11/10/13
de http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/poli/poli0.htm
PRINCIPIOS ÉTICOS QUE RIGEN EN LA COVIVENCIA
POLÍTICA
1. Principio
de libertad personal: este principio demanda el
respeto prioritario a la dignidad de la persona humana. Esto se cumple en el
reconocimiento y en la protección jurídica de los llamados “Derechos Fundamentales
del Hombre” pues como consta en el capítulo 2, estos derechos están
fundamentados en la dignidad humana. Por eso, el Estado, el Gobierno y las
leyes deben ejercer una política orientada a favorecer y acrecentar el
desarrollo de tales derechos. Además de subrayar la libertad individual,
posibilita ejercer las “libertades reales” o “formales”: la libertad de
pensamiento, de expresión, de asociación, etc. Siendo esto así, la libertad
psicológica es casi imposible de ejercer si no se objetiva en el ejercicio de
esas otras libertades, las cuales a su vez, constituyen el nervio de la vida
política.
2.
Principio del bien común: la sociabilidad humana se convierte en convivencia
política cuando se lleva a cabo dentro de un territorio y se constituye en una
Nación. Salvada la libertad de cada individuo, todos tiendan a alcanzar el “el
bien común” de la entera comunidad política. Por tanto, la sociedad será justa
en la medida en que se armonizan estos dos valores: la libertad personal y el
bien común.
3.
Principio de la subsidiariedad: este principio establece que las instituciones
superiores no suplanten las tareas que pueden ser desempeñadas por las
entidades inferiores. En concreto, el Estado deberá intervenir cuando el
ciudadano, individualmente o asociado, no sea capaz de sacar adelante la vida
social. En definitiva, el Estado debe cumplir una doble finalidad:
·
Estimular la iniciativa
del individuo e incentivar la dinamicidad de las asociaciones particulares.
·
Como labor de suplencia. El
Estado debe crear las instituciones que traten de paliar aquellas necesidades a
las que no puede o no quiere comprometerse la actividad de los particulares ya
de modo individual y de modo asociado. El estado también debe reservarse tareas
que no deben caer en manos privadas como la protección del orden público
mediante la Policía nacional o el Ejército.
En la práctica, la justa convivencia política cumple
el principio de subsidiariedad con la cooperación mutua de la actividad privada
de los ciudadanos, de las instituciones intermedias y con la aportación del
Estado.
4.
Principio de solidaridad: del tema se ocupó ampliamente el Papa Juan Pablo II
en su Enc. Sollicitudo rei Socialis, donde la denomina “virtud cristiana”. La
solidaridad confiere particular relieve a la intrínseca sociabilidad de la
persona humana, a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común
de los hombres y de los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida. Nunca
como hoy ha existido una conciencia tan difundida del vínculo de
interdependencia entre los hombres y entre los pueblos, que se manifiesta a
todos los niveles. Esta virtud va más allá de los bienes materiales hasta
difundir los bienes espirituales de la fe.
AUTÉNTICA DEMOCRACIA
Juan Pablo II en la Centesimus Annus n° 46, expresa
su aprecio por la democracia como el sistema que permite la participación
activa de los ciudadanos. Pero para que la democracia sea auténtica debe
respetar la dignidad humana, ordenarse al bien común, y respetar una correcta
jerarquía de valores.
Quienes tengan autoridad ejerciten su poder con
sentido de servicio a las personas, evitando la tentación de buscar el
prestigio o el beneficio personal. También condena la corrupción como una de
las deformidades más serias del sistema democrático.
El aporte de los medios de comunicación es
fundamental en la democracia ya que estos han de ponerse al servicio del bien
común proporcionando una información basada en la verdad, la libertad, la
justicia y la solidaridad. Los problemas se presentan cuando los medios se
concentran en manos de unos pocos, o están dominados por una ideología o el
deseo de lucro.
El estado, a su vez, debe respetar el derecho a la
libertad de conciencia y de religión. Sin embargo, esta libertad puede
regularse según las exigencias de la prudencia y el bien común.
El
ensayo es un género relativamente moderno; sin embargo sus orígenes datan de épocas remotas. Fue en la Edad
Contemporánea que llegó a alcanzar una posición central. En la actualidad, está
definido como género literario, no obstante para muchos autores el ensayo se reduce a una serie de
divagaciones, la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las cuales el
autor expresa sus reflexiones acerca de un tema determinado.
Estructura
del ensayo
EL ENSAYO: estructura
El
ensayo es un género relativamente moderno; sin embargo sus orígenes datan de épocas remotas. Fue en la Edad
Contemporánea que llegó a alcanzar una posición central. En la actualidad, está
definido como género literario, no obstante para muchos autores el ensayo se reduce a una serie de
divagaciones, la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las cuales el
autor expresa sus reflexiones acerca de un tema determinado.
Estructura
del ensayo
La estructura de un ensayo está dada en tres
bloques claramente definidos, que son:
BLOQUE TEMÁTICO
|
FUNCIÓN
|
ELEMENTOS
|
Introducción
|
·
Presentar el tema.
·
Motivar al lector.
·
Dar a conocer la tesis.
|
·
Tema y problemática que el ensayo aborda.
·
Motivación para el lector: ¿qué importancia o significado
tiene el tema?
·
Contexto de la discusión.
·
TESIS (posición a favor o en contra sobre el
tema).
·
Objetivos.
|
Cuerpo o
desarrollo
|
·
Sustentar, defender, justificar la TESIS.
|
·
Argumentos que defiendan o sustenten la tesis. (De
autoridad, de ejemplificación, de hecho, estadístico, del sentir de la
sociedad)
|
Conclusiones
|
·
Plantear el balance general de lo que se ha
conseguido con el ensayo.
·
Cerrar el texto.
|
·
Preguntas que invitan a la reflexión.
·
Constatación de la tesis.
·
Sugerencias o recomendaciones.
·
Comentarios.
·
Síntesis.
|
Elementos del ensayo
I.
En la introducción:
·
Tema: Es el asunto que aborda el ensayo, este puede ser
diverso; sin embargo, generalmente son temas polémicos, es decir, aquellos en
los cuales hay más de un punto de vista. Ejemplos: Las corridas de toros, la
legalización de la eutanasia, la aplicación de la pena de muerte a los asesinos
en serie.
·
Problemática: Es la descripción de la realidad observada en la
cual se evidencia una situación que necesita ser evaluada por considerarse
negativa.
·
Motivación: Se refiere a la importancia o significado que el
tema tiene para el lector, es decir, cómo le concierne o qué efecto tiene este
en su vida.
·
Contexto de discusión: Tal como su
nombre lo indica, se refiere a las circunstancias que rodean al tema, ya sea el
tiempo o espacio. Esto se encuentra en frases tales como: hoy en día, actualmente, en nuestro país, en el Perú, etc.
·
Tesis: Es la aseveración que va a aceptarse, propiciar
la duda o bien refutarse. Refleja el punto de vista del autor, además involucra
conocimiento del tema. Según Carneiro
Figueroa, Miguel, existen algunas formas de plantear una tesis y estas son:
tomar una posición frente al tema, a favor o en contra y, calificar positiva o
negativamente.
·
Objetivos: Son los resultados o metas que se espera alcanzar
en el lector durante y después de la lectura del ensayo.
1.1
Formulación de la Tesis
Formulado el problema del ensayo se procede a
dar, según la experiencia y conocimiento del autor, una opinión al respecto, la
cual puede ser una solución provisional (respuesta tentativa en el caso el
problema se haya formulado como pregunta), a esta se le conoce como la
HIPÓTESIS o TESIS, puesto que el autor tendrá que probar, a lo largo del
ensayo, su veracidad.
ü Cómo formular la TESIS
a) Tema: El fútbol peruano
b) Problema: El fútbol
peruano está en crisis. Hace más de veinticinco años que nuestra selección no
va a un Mundial ni sobresale en competencias internacionales. A nuestros
jugadores les falta “garra”, los dirigentes son corruptos…
c) Tesis: La crisis del fútbol peruano se debe a la falta
de compromiso de los jugadores y a la incapacidad de sus dirigentes
II.
En el desarrollo:
·
Los argumentos son las ideas que defienden, justifican o sustentan la
tesis. Es decir, son aquellas que prueban
o demuestran la veracidad de la tesis.
Los argumentos pueden ser:
- El
argumento de autoridad. Cuando el argumento se apoya en testimonios fidedignos o citas que
manifiestan la opinión sobre el tema de hombres de reconocido prestigio.
- El argumento de ejemplificación. Cuando
se hace referencia a hechos, experiencias o situaciones concretas que ya se
suscitaron en otros contextos.
- El argumento estadístico. Cuando el argumento está sustentado en cifras, porcentajes y datos
estadísticos que permitan demostrar la validez de la tesis.
- El argumento de hecho. Los argumentos están basados en
pruebas observables. Por ejemplo: Si nuestra tesis es que la contaminación
ambiental traerá como consecuencia que en un futuro la gente muera de sed, el
argumento de hecho sería que el agua está disminuyendo considerablemente de la
superficie terrestre, lo cual se muestra en que hoy en día, los nevados han ido
desapareciendo producto del deshielo.
III.
En la conclusión
·
Preguntas que invitan a la reflexión: Se formulan nuevas
interrogantes o situaciones problemáticas con la finalidad de que el lector
busque las respuestas y, por ende, se interese en investigar más sobre el tema
o reflexione al respecto.
·
Constatación de la tesis: Se retorna a la tesis,
pero con otras palabras o términos con el objetivo de reafirmarla.
·
Sugerencias o
recomendaciones: Son ideas que se presentan para conducir al lector a un cambio de
actitud frente a la problemática descrita y adopte una postura diferente frente
a ella.
·
Comentarios: El autor presenta
algunas reflexiones o ideas sobre lo tratado a lo largo del ensayo.
·
Síntesis: Es el recuento de las
ideas más importantes que se han expuesto en el desarrollo del ensayo.
EJEMPLO
DE ENSAYO:
ESTRUCTURA
|
UN PERÚ PARA TODOS
|
ELEMENTOS
|
Introducción
Desarrollo
Conclusión
|
La
inclusión social es entendida como la igualdad de oportunidades y de derechos
para todos los ciudadanos de un país. Pero ¿realmente son iguales el peruano
pudiente y el peruano que vive en la miseria?
Hoy en día se habla mucho sobre el crecimiento
económico del Perú, no obstante no nos explican de cuál de los dos Perú
estamos hablando, si del de aquellos que tienen para vivir mejor o del de los
que se privan hasta de satisfacer sus necesidades básicas. Es indiscutible
que el país está dividido, pues aquel “crecimiento” llega a unos pocos y el
resto, la gran mayoría, aún sigue esperando participar en él. Es por ello,
que afirmamos que el país vivirá una verdadera inclusión social, el día en
que cada peruano se sienta parte importante y único transformador de la
realidad del país; dejando atrás el egoísmo, la falta de identidad y de fe en
sí mismo.
Este ensayo busca la concientización de los peruanos y sobretodo
la aceptación de que necesitamos cambiar para lograr la realización del reto
de una inclusión social completa.
Al
respecto, la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) sostiene que: “En
un país en el que la exclusión social es tan absoluta que resulta posible que
se desaparezca decenas de miles de ciudadanos sin que nadie en la sociedad
integrada, en la sociedad de los no excluidos, tome nota de ello”. Esta cita
hace una notoria alusión al periodo de terror que vivió el Perú en la década
de los 80’; asimismo de esta se puede
interpretar, una vez más, que resulta increíble de que siendo peruanos nos
hagamos sordos y ciegos cuando un compatriota necesita de nuestra ayuda,
necesita de una mano para salir adelante y superar las situaciones difíciles
que no le dan el coraje para seguir luchando.
Por otro lado, un informe presentado por el
INEI revela que el índice de pobreza en el Perú fue de un 69,7% en el 2010,
es decir que aún 9,21 millones de peruanos son pobres. Estos datos
estadísticos son una muestra más de que es preocupante la cantidad de
ciudadanos que aún no participan del crecimiento del país; además, resulta
inevitable afirmar que ello sucede porque el Perú no está creciendo
paralelamente, es decir en cada sector de la población.
Somos un
país en el que juzgar a alguien por sus costumbres, su forma de vestir o su color de piel, es el pan de cada día,
aún siendo todos miembros del mismo país. Es en estas situaciones, donde se
refleja, aunque sea decepcionante, nuestra falta de identidad, pues todavía
existe ese flagelo en el que ser peruano significa ser menos. A pesar de
ello, hoy cada vez son más las personas que han tomado conciencia y han dado
el primer paso para iniciar el reconocimiento, sobretodo como país, de que
también somos buenos y que podemos superar cualquier desafío, pues el Perú
nació para ser grande.
La
inclusión social más que un proceso que asegura la participación de todos los
peruanos en el crecimiento del país, es desde ya un reto, uno en el que se
busca exterminar la creencia de que existen dos tipos de peruanos, los pobres
y los ricos o los olvidados y los escuchados. Un ejemplo claro, se da en la
región andina, donde los niños no tienen acceso a una educación de calidad y
especializada, pues los estudiantes que cursan del segundo al sexto grado de
primaria, atienden las clases en una misma aula, en el suelo, porque no
cuentan con el mobiliario necesario en una escuela y cuentan con un solo
profesor. O en la región amazónica donde los niños son afectados por infecciones,
fiebre, epidemias y al no contar con hospitales, médicos, así como los
medicamentos necesarios para los pacientes, mueren en los brazos de sus
padres, quienes no pueden cambiar aquella realidad, una en la que hay un gran
sector de la población que no goza de los servicios básicos como son la
educación y la salud, aún siendo también parte del Perú.
Estos
casos se viven cada día, en cualquier zona del país, ¿es difícil darse cuenta
de que cada peruano, sea de la Costa, la Sierra o de la Selva, tiene el mismo
valor?, ¿acaso no merece ser reconocido como un ser humano con derechos y que
necesita de una oportunidad para demostrar que sí puede? El Perú pide a
gritos, se sanen las heridas del pasado, un pasado en el que nos hicieron
creer que nacimos simplemente para ser gobernados, en el que nos quisieron
imponer sus ideologías a través de violencia, en el que lograr grandes cosas
era propio de los que tienen más, económicamente hablando. Sin embargo, cabe
recalcar que lo señalado, no quiere decir que la inclusión social signifique
asistencialismo, es decir regalarle todo al que lo necesita sin que este haya
luchado antes por obtenerlo. Pues como dice el conocido refrán, “querer
es poder”, porque solo con voluntad lograremos juntos, que el Perú no
solo crezca económicamente, sino que sea el mejor por lo que refleja su
gente, su determinación y deseo de
aprender a dejar de lado los prejuicios y el egoísmo que no nos deja ni deja
a los demás avanzar.
En
conclusión, creemos que la verdadera inclusión social va de la mano con el
deseo del peruano de salir adelante, con la igualdad de oportunidades y el
respeto a los derechos, así como aceptar que todos somos piezas importantes
del crecimiento del Perú. Todo cambio y transformación del país depende de
cada peruano. Entonces, ¿qué nos detiene? Salgamos adelante, recuperemos la
fe en nosotros mismos y si nadie nos escucha por más que gritemos, pongámonos
de pie y demostremos cuánto valemos; si
puedes darle la mano a quien lo necesita, hazlo, sin esperar nada a
cambio. Hagamos juntos UN PERÚ PARA TODOS.
Autora: Jaqueline Melyna Mercado Castillo
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Motivación
Problemática
Tesis
Objetivo
Arg. De
autoridad
Arg. Estadístico
Arg. De ejemplificación
Constatación
Comentario
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Torres Abanto, Elisa y otros. Manual de Taller de
Expresión Escrita. Edit. USMP. 2011. Lima. Pág. 72 - 75